15.8.04

EU: la prensa y la guerra

  • Actos de contrición del Times y el Post
  • Atenas: juegos olímpicos o ejercicios militares
  • Unas líneas para Leon y otras para Tali

TERMINÉ LA NAVEGACIÓN pasada con una referencia --que me mandó Argelia Guerrero-- al texto de Javier Sierra titulado “Ninguno de los hombres del Presidente”. La alusión al clásico de Bob Woodward era por la mansedumbre de la prensa de Washington ante el poder presidencial. En marzo de 2003, es decir, en vísperas de la guerra de George W. Bush y Tony Blair contra los iraquíes, reflexionaba Sierra: “En estos momentos cruciales --mientras el país se prepara para una guerra al parecer inminente--, cuando la libertad de prensa debe ejercerse con más vigor que nunca (...), ¿qué pueden esperar los lectores cuando el Washington Post publique artículos sobre (...) las presentaciones del secretario de Estado, Colin Powell, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sobre las razones para empezar una guerra en Irak (...) o la supuesta evidencia de posesión iraquí de armas de destrucción masiva?”

PUES SÍ: EN el tema de la guerra contra Irak y contra “el terrorismo”, The Washington Post y el resto de la prensa estadunidense se han venido comportando con tal sumisión frente al poder político que uno podría pensar que en materia de independencia periodística han sido asesorados por el Granma cubano.


A FINALES DE mayo pasado, The New York Times descubrió que “parte” de su cobertura de la agresión contra Irak “no fue tan rigurosa como habría debido ser” y atribuyó lo deleznable de su trabajo a una excesiva dependencia hacia fuentes de la (entonces) oposición iraquí. Esta semana, The Washington Post admitió su pésimo manejo informativo sobre las armas de destrucción masiva, el pretexto estrella de la invasión. El alegato del Post minimiza y banaliza su propia inmoralidad periodística y la reduce al manejo de la primera plana. El editor ejecutivo Leonard Downie Jr. dijo que “estábamos tan concentrados en tratar de descubrir lo que hacía el gobierno que no dimos el mismo margen a la gente que sostenía que ir a la guerra no era buena idea y cuestionaba las explicaciones oficiales”. Además, se lanzó contra los opositores a la invasión de Irak: “tienen la impresión equivocada de que, de alguna forma, si la cobertura de los medios hubiese sido distinta, no habría habido guerra”.


CUANDO ESTABA POR empezar la guerra, el periodista Seymour Hersh --quien hizo conocer al mundo la matanza perpetrada por los estadunidenses en la aldea vietnamita de My Lai-- atribuyó la carencia de un marco de integridad entre los informadores a que “la Casa Blanca tampoco lo tiene”. Aliviados estamos: ahora resulta que la inmoralidad de las autoridades es excusa para un periodismo inescrupuloso.

CON TODA FRANQUEZA, encuentro que la prensa institucional (no hablo de los medios alternativos) del país vecino está tan confundida en sus arrebatos autocríticos --los de antes y los de ahora-- como cuando se mete a la cama de la habitación presidencial. Las miserias del periodismo no pueden justificarse por el exceso de trabajo, porque los iraquíes contrarios a Saddam fueran corruptos y mentirosos o porque Bush hubiese echado a andar una aplastante maquinaria propagandística. Los defectos centrales de la prensa estadunidense son, en cambio, su arrogancia, su ignorancia y su falta de sentido común. Si los reporteros y editores del Post, del Times y de otros periódicos “serios” hubiesen tenido una mínima intención de tomar distancia con respecto a las verdades oficiales de su gobierno les habría bastado con consultar en Internet las páginas de LiberationClarínThe Independent o La Jornada, entre muchos otros periódicos del mundo, para enterarse que a) Osama y Saddam se detestan y que la supuesta conexión entre Al Qaeda y Bagdad era puro cuento; que b) un país sujeto a un embargo tan brutal y extendido como el que padecía Irak desde hacía una década no estaba en condiciones de fabricar armas de destrucción masiva en ninguna de sus modalidades y que c) si bien era muy probable que Saddam perdiera la guerra, Estados Unidos carecía de posibilidades reales de ganarla. Downie podrá decir misa, pero su periódico, como casi todos los medios de ese país, fue cómplice del engaño urdido contra la sociedad y es, por ello, corresponsable de las mil bajas sufridas por las fuerzas estadunidenses en el curso de este conflicto, de los miles de iraquíes masacrados por los ejércitos invasores y de los 46 trabajadores de prensa fallecidos desde febrero de 2003 hasta agosto de 2004 en territorio iraquí. Felicidades, colegas. El trabajo de ustedes ha sido fundamental en este reparto masivo de condecoraciones póstumas, banderas dobladas y notas luctuosas.

http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/middle_east/3556714.stm

EL DESLUCIMIENTO OLÍMPICO en Atenas es consecuencia del estado de pánico en que vive el mundo por el terrorismo integrista y su espejo bushiano. La olimpiada de los guardaespaldas, que empezó mucho antes que los juegos propiamente dichos, tiene un costo de mil 500 millones de dólares. En la capital griega, más que un encuentro deportivo, se realiza un ejercicio militar. Y como donde hay policías y soldados siempre hay, además, drogas (o pónganlo al revés: donde hay drogas siempre acaba habiendo soldados y policías), resulta que, según estimaciones del presidente del Comité Olímpico, Jacques Rogge, en Atenas se darán más casos positivos de dopaje que en cualesquier Juegos Olímpicos anteriores.

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2004/atenas_2004/newsid_3550000/3550990.stm

Leon Golub y Tali Fahima

ESTA SEMANA SE nos fue Leon Golub, pintor de la crueldad humana, desgarrador de su propia pintura, detractor de la guerra de Vietnam, hijo withmaniano de Chicago, retratista de la tortura y el genocidio, el que entendía la tela de sus cuadros como la piel del mundo. Cuando la masa estadunidense babeaba con el esplendor ficticio de la reaganomics, arrullada por noticiarios y periódicos que cantan alabanzas al poder y descubren sus atrocidades dos décadas más tarde, Golub volcó su trabajo plástico al horror de los escuadrones de la muerte financiados por Washington en Centroamérica. Te quiero mucho, Leon, entrañable viejo gringo de pinceles certeros, tiernos y dolientes, vida simple y ética inclaudicable.

http://askart.com/artist/G/leon_albert_golub.asp?ID=30041
http://www.jca-online.com/golub.html

Disturbio, obra de Leon Golub (1983)

HAY UNA ACTITUD que hermana al artista estadunidense con la israelí Tali Fahima: Tali creció en un entorno de la derecha israelí y en las más recientes elecciones votó por el Likud, el partido de Ariel Sharon. Pero después de ver un documental sobre la ocupación de los territorios palestinos, decidió ir a Jenín a fundar un hogar para huérfanos. Allí conoció a Zakariya Zubeidi, jefe local de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, hizo amistad con él, se convenció de que el combatiente palestino no es el demonio que pintan los medios y decidió convertirse en su escudo humano. La prensa de Israel desliza en todas las notas que Fahima y Zubeidi son amantes, dato que, real o falso, es irrelevante. Lo sustancial de esta historia es lo que cuenta Tali: “Es difícil para una muchacha de 28 años, educada bajo ciertos valores, descubrir un día que están equivocados. Nunca supe la verdad completa. Ahora sé que soy responsable por la ocupación. ¿Quién la causa? ¿Los palestinos? No, los israelíes. ¿Y yo quién soy? Una judía y una israelí, y sentada en casa y sin hacer nada también soy responsable”. Luego dijo algo políticamente incorrecto (con lo cual este navegante no está de acuerdo): que si uno se pone en los zapatos de los palestinos, los ataques terroristas resultan justificados.


EN MAYO TALI, fue detenida unos días. El lunes pasado volvió a ser apresada y el Shin Bet, servicio de seguridad interior de Israel, asegura que la muchacha planeó con Zubeidi un atentado terrorista. El tribunal de Petah Tikva decretó su arresto provisional por 10 días. Tali podría ser condenada a cadena perpetua. En el último de los vínculos siguientes hay una página --muy desactualizada-- por medio de la cual es posible solidarizarse con Tali.


Nos vemos en

http://www.communityzero.com/nave

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