12.10.07

Mejor no


En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, un joven en uniforme nazi se disponía a asesinar de manera rutinaria a un polaco. Entonces bajó del Cielo un ángel y le dijo al oído al matarife:

—No lo hagas.
—¿Por qué no? —respondió el nazi—. Es sólo un polaco.
—Ese hombre está destinado a ser Papa —le explicó la aparición.
—¿Y eso a mí qué? —se impacientó el joven asesino.
—Que tú vas a sucederlo en el cargo —dijo el ángel, y desapareció.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pedro Miguel.
Los dos personas muy "humanas" y preocupados por el bienestar del mundo.
La única diferencia es que el polaco tenía cara de "buena gente".

Un saludo desde Alemania,

David B.

Pedro Miguel dijo...

Pues sí, David, y la miradita del alemán me recuerda a Malcolm McDowell en el personaje de Calígula.

Saludos.