31.7.06

Duda corrosiva


¿Será que nadie de los suyos se atreve a decirle que esto es una tontería?

Qana



No me cabe en la cabeza cómo un gobierno puede ser tan hijo de puta. Es como si unos narcos secuestraran a un agente de la DEA en la frontera y en represalia Bush ordenara el bombardeo de Mazatlán y Tepito. Pero ni así me cabe en la cabeza.

30.7.06

Esta señora no me ha hecho nada.

Es Ulla Tørnæs, ministra danesa de Desarrollo.
Me la topé en la red por casualidad cuando buscaba fraudes electorales.
Parece ser que dice cosas razonables.
No es misoginia.
No es racismo.
No es prejuicio.
Es simplemente que su expresión facial despierta en mí terrores ancestrales e incontrolables.

Numeralia

Según las cifras de la Secretaría de Segutridad Pública (SSP) capitalina, los asistentes a la asamblea informativa de este día en la Ciudad de México superaron a la población total de algunas capitales nacionales: Varsovia, Bakú, Estocolmo, Belgrado, Quito, Montevideo, Túnez, Rabat, La Paz, Managua, San José, Amsterdam, Tbilisi, Praga, Monrovia, Tegucigalpa, Dublin, Phnom Penh y Viena.

También fueron más numerosos que los habitantes de, entre otras, estas ciudades: Vancouver, Cincinnati, Sacramento, Kansas City, San Antonio, Las Vegas, Nueva Orleáns (antes del Katrina), la mancha urbana Brownsville-McAllen-Matamoros-Reynosa, Indianapolis, Orlando, Salt Lake City, Maracaibo, Barranquilla, Haifong, Lusaka, Valencia, Liverpool, Mosul, Pretoria, Lyon, Turín, cualquiera de las Córdobas (la argentina, la española, la mexicana, las dos de Colombia, la filipina...), León (Guanajuato), Marsella, Austin, Valencia, Toluca, Oklahoma City, Torreón, Sevilla, Zurich, Oaxaca...

Si la asamblea informativa fuera una entidad federativa, en términos demográficos estaría arriba de Nayarit, Colima, Tlaxcala, Zacatecas, Durango, Baja California Sur, Yucatán, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Aguascalientes.

Pero, según la Policía Federal Preventiva (PFP), citada por Reforma, "fueron 180 mil personas las que asistieron a la marcha y mitin convocados por Andrés Manuel López Obrador, en el Zócalo capitalino y durante el trayecto sobre Paseo de la Reforma".

Cada quien es libre de creer lo que quiera. Fin de los despachos.

Dolor de tobillos

Dos y media de la tarde. Mi relación con el mundo se sintetiza, básicamente, en un tremendo dolor en los tobillos, y todavía falta un trecho para la estación Juárez del metro; otro para ir de Juárez a Zapata, de ahí hasta el estacionamiento de Wall-Mart, y todavía hay que entrar a la tienda, en cuyos pasillos pululan los compradores (“compradoras y compradores”, insistiría la presidencia gerencial) que portan banderas, consignas, colgajos y pintas faciales voto por voto y casilla por casilla. Hay que comprar cualquier chuchería para que sellen el boleto y pueda así ahorrarme 32 pesos. Qué espejismo: Wall-Mart no pierde ni con las movilizaciones populares, y salgo de ahí con ciento cincuenta pesos de cosas perfectamente innecesarias, y así y todo debo pagar 51 pesos de estacionamiento. Esta transnacional es el cuidacoches más caro del mundo. Pero valió la pena.

¿Mensaje para Norberto?
















La cruz y el moñito tricolor no desentonan.

Campamentos

Conocí a López Obrador el 1 de diciembre de 1994 al pie del Monumento a la Revolución, en donde los perredistas tabasqueños habían acampado en una de sus varias marchas a la capital. Zedillo había tomado posesión esa mañana y había disturbios por todo el centro.

Frente al edificio de la Lotería Nacional, a cincuenta metros de donde nos encontrábamos, unos vándalos habían incendiado un automóvil ante la mirada indolente de miles de granaderos. Cuando éstos se decidieron por fin a actuar, en vez de hacerlo contra los provocadores, se lanzaron contra Manuel Meneses, que era jefe de Información de La Jornada, y le rompieron varias costillas a patadas. También la emprendieron contra nuestro fotógrafo Carlos Cisneros, a quien le pusieron una santa madriza, y quien fue rescatado por Epigmenio Ibarra de entre las pezuñas de los oficiales.

Ya desde antes, cuando las llamas empezaron a brotar del vehículo, Andrés Manuel se asomó al desmadre, vio de qué se trataba y les ordenó a los suyos que permanecieran en sus tiendas. Me impresionaron el orden y la limpieza que imperaban en el campamento de los tabasqueños.

Hace unas horas, ese mismo señor encabezó la instalación de campamentos en varios puntos de la ciudad. Sus detractores pensarán que se trata de una maniobra populista para llevar a los pobres a vivir en Polanco. Aquí en el Hemiciclo, muchos de sus seguidores se aterraron al ver y escuchar en la pantalla gigante el anuncio del plantón permanente y trataron de poner pies en polvorosa. Se entiende, porque el dolor de patas ya es insoportable. Pero de aquí no se mueve nadie, simplemente porque, aunque se quiera, no se puede.

Moral o matemática

Aquí se ilustran los límites de la función "zoom" de un teléfono celular

También tiene cabida en este espacio, disputado para la existencia, milímetro a milímetro, por un montón de miles, el logotipo del PRI, cuya corriente “Benito Juárez” recuerda en una enorme manta que el triunfo de la reacción es moralmente imposible. No sólo eso. Si ha venido uno de cada diez, uno de cada ocho, de quienes votaron por el Peje, entonces hay que precisar la frase juarista: el triunfo de la reacción es matemáticamente imposible, por más hilderitmos y algobrandos que le pongan.

Años y glorietas atrás



En el 88, años y cuadras atrás, le fue colocada una banda presidencial a la estatua de Cuauhtémoc y la imagen resultante fue reproducida en una etiqueta con la siguiente leyenda al pie: “Aquí no se raja nadie”. Pero el primero en rajarse fue el susodicho, parecen recordar decenas de pancartas. Un botón de muestra.

Corte informativo

Cerca del mediodía, los organizadores tuvieron una descarga hormonal y anunciaron que había tres millones de almas en el centro de la ciudad de México. Dos millones me parece una cifra más realista.

Marchas en Bizancio

Aquí nos tocó mirar, diría Cristina Pacheco, porque llegar al Zócalo fue imposible, y a diez cuadras del corazón de la asamblea se siente la misma asfixia que en la plaza de hace quince días. La marcha en el Distrito Federal tiene movimientos espejo en Bizancio: se sigue debatiendo cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler y cuántos ciudadanos se requieren para colmar toda la superficie no construida del Primer Cuadro. Aquí, por lo pronto, a la vista del Benemérito, había más de los que caben.

Nombres propios



Karl y Vladimir Ilich no se dieron por aludidos con la puya que Monsi le lanzó a Iosif Dzhugashvilii en la penúltima asamblea informativa ni se enteraron que algunos los consideran non gratos y pasaron muy orondos, flanqueando a Flores Magón, bajo la mirada adusta de Juárez. Como era de esperar, el Benemérito guardó la compostura. La iconografía es vasta. Aquí hay lugar para Zapatas y Villas; en el discurso de la Poni caben Hidalgo, Guadalupe Victoria, Morelos, Lázaro Cárdenas, Rubén Jaramillo. En el del Peje hay espacio para Madero. Los no tan despistados vendedores de camisetas siguen proponiendo al Che y a Marcos: por algo será, porque no les falla nunca el olfato comercial. Y si funciona en el presente, la pluralidad debe ser también retrospectiva. La memoria (individual o colectiva) propicia la diversidad. Los genes (ahí donde no llega la memoria), también.

Nombramientos



Una posibilidad es que Felipe Calderón sea nombrado presidente electo por una institucionalidad en jirones. Hoy y aquí, por lo pronto, ha recibido el nombramiento de “Reina del hueso”, en una caracterización no exenta de misoginia y de homofobia.

Avenida Juárez y calle López



Los encargados de la nomenclatura urbana en tiempos posrrevolucionarios, tan desconocidos como trascendentes, jamás imaginaron que por esta esquina –Avenida Júarez y Calle López—, y bajo la mirada adusta del Benemérito, una multitud enlatada en su propia determinación habría de saludar el paso del Peje con el grito de “Presidente”. Tal vez este punto de la ciudad no sea el único en el que se intersectan el señor López y el presidente Juárez, pero los símbolos son así: paradójicos, recurrentes, irreverentes.

Notas de la marcha

Wall-Mart, cuidacoches (10:30 am)

En su sucursal de la estación Metro Zapata la transnacional se estrena como estacionamiento. Ese emporio gana dinero hasta en las movilizaciones pro-Peje. Al llegar veo docenas de automóviles con pegotes voto por voto y descubro que muchas otras personas han tenido la misma idea. Al regreso, unas cinco horas después, me toparé con propaganda Por el Bien de Todos en camisas, camisetas, blusas y gorras que compran cualquier chuchería para que les sellen el boleto de estacionamiento y las cinco horas se conviertan en tres: 51 pesos en lugar de 80, sobre un cálculo de a 16 la hora más tres por las primeras dos horas con boleto sellado. Wall Mart no pierde nunca, ni cuando se rebaja a condición de cuidacoches.

29.7.06

Babel en las alturas

Mapa antiguo del Cielo


  • Palabras de cabeza
  • Los nombres del cielo


Vega, Cor Hydrae, Minhar al Shuja, Regulus, Denébola, Zozma, Rasalas, Tsze Tseang, Zuben El Genubi, Tyl, Rotanev, Mira, Algorab, Shedir, Tegmine. Una multitud como la de hoy no necesita nombres. No es preciso individualizar cada gota del torrente para hablar del Duero, del Grijalva, del Papaloapan, del Amazonas o del Escamandro. Río Madero, Río 20 de Noviembre, Río Reforma, Lago del Hemiciclo, Océano de la Constitución, han de decir, simplemente, las crónicas, cuando exploten la aptitud acuática de la gente para adaptarse a los cauces y desfiladeros de cualquier geografía, incluida la urbana. Salud.


Tampoco las estrellas requieren de nombres propios. Lo más probable es que a la gigantesca masa de hidrógeno incendiado y moribundo que cuelga de la nada y a la que los humanos conocemos con el nombre de Antares, le importe un carajo llamarse así, Anti-Ares, El Contrario de Marte, como querían los griegos, o bien Cor Scorpionis, Corazón de Scorpio, como lo pretendieron los romanos, o Zubenalacrab entre los árabes. Esa gigante roja es una profecía sobre el destino del Sol, otra pelota caliente y nutricia que dentro de cuatro mil 500 millones de años también se pintará de color sangre, se hinchará como un grano en la cara de un adolescente y devorará a los planetas que la acompañan. De aquí a entonces hay tiempo sobrado para marchar por la superficie tibia del tercero de ellos, festejar la paz, la dignidad y la vida, para imaginar los rostros de los hijos de los hijos de nuestros hijos (es suficiente, por ahora) y para seguir cometiendo bautizos disparatados y hermosos en los objetos remotísimos que penden de nuestras cabezas. Porque tal vez los humanos no sean los únicos seres que observan el cielo, pero de seguro son los únicos que lo escudriñan con una mirada que reparte nombres: Aldebarán, Monoceros, Mintaka, Orión, Betelgeuse.

http://groups.msn.com/LaconquistadelUniverso/mapasmensuales1.msnw
http://www.astronomynotes.com/
http://www.astroenlazador.com/directorio/modules.php?name=Web_Links&l_op=viewlink&cid=1
http://www.astronomiaonline.com/default2.asp
http://www.webpersonal.net/parabolix/castro/indilu.html#consnombres
http://www.famsi.org/reports/99036es/section02.htm
http://www.uco.es/~i52cacaj/AAC/catalogos/nombrestrellas.html
http://www.geocities.com/CapeCanaveral/Campus/4847/sky/estrellas.htm
http://www.aavso.org/publications/manual/spanish/SChapter3.pdf
http://www.surastronomico.com/constelaciones.htm
http://www.astrocantabria.org/nombrarestrellas.html
http://skyandtelescope.com/howto/basics/article_237_1.asp
http://www.astroenlazador.com/directorio/modules.php?name=Web_Links&l_op=viewlink
http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/astropix.html
http://skyserver.sdss.org/dr2/en/
http://www1.eafit.edu.co/astrocol/circu66.htm

(Más, en La Jornada)

Zoología materna



"El león cree que todos son de su condición", dijo a los micrófonos sumisos una leona amancebada con un zorro y emperrada en encubrir a sus hijos, que son ratas.

27.7.06

Fábulas del spam (II)




















En el correo basura descubrió la fe.

Fábulas del spam (I)



En el correo basura encontró el amor de su vida.

“Usted disculpe…”

  • Hmido, cuatro años preso
  • Sostiene Plaqueta: "Miéntame la madre, pero no me llames intelectual"


La Vanguardia de Barcelona registró en una edición de febrero de 2002 la presencia de un ciudadano español originario de Ceuta entre los prisioneros que ya para entonces se encontraban en jaulas para ganado en los campos de concentración de Guantánamo. Decía el resumen de la nota: "El descubrimiento de que entre los combatientes de Al Qaeda apresados por Estados Unidos en Afganistán hay un español ha alertado a las fuerzas de seguridad, que investigan las conexiones de integristas ceutíes con grupos de Marruecos". Eran tiempos difíciles para la Península. La Moncloa era habitada por ese mismo burro sangriento que hace unos días propuso que la OTAN bombardeara Líbano, y tal vez por eso la autoridad no se preocupó gran cosa por preservar la integridad de un ciudadano y puso todo el empeño en investigar a los malos. Madrid envió una manada de detectives a ese enclave en el norte de Africa para que pusiera al descubierto la supuesta telaraña de complicidades entre Al Qaeda, el talibán, los terroristas paquistaníes y el integrismo del movimiento tablí que florece en la localidad marroquí de Ksar Kebir. Mientras tanto, los vecinos del barrio del Príncipe Alfonso, en Ceuta, iniciaban una campaña para pedir la repatriación del secuestrado y demandaban al gobierno que informara algo a la familia.

Hamed Abderrahamán Ahmed tenía entonces 27 años. No lo sabía, pero le esperaban otros cuatro con cinco meses -una bonita condena-, la mitad de ese tiempo en Guantánamo y el resto en su propio país, antes de que el Tribunal Supremo de España lo exculpara por falta de pruebas, cosa que ocurrió este martes. En ese tiempo vivió los horrores del campo de concentración en el Caribe y Baltasar Garzón lo procesó por su supuesta pertenencia a Al Qaeda. El año pasado, Hamed, conocido también como Hmido, fue sentenciado a seis años de cárcel por la Audiencia Nacional por el delito de haber pretendido hacer la guerra santa "en cualquier punto del orbe mediante utilización de ataques contra las personas, patrimonio o intereses económicos que, generando una auténtica situación de terror colectivo, desestabilizan el orden mundial establecido". El Supremo anuló el fallo al considerar que había en él un "total vacío probatorio del cargo" y porque en el juicio "existió una vulneración del derecho a la presunción de inocencia del recurrente". Usted disculpe, señor Abderrahamán. Que tenga un lindo día.

(Hoy, en La Jornada)

26.7.06

Úteros a la hora del recreo


Va la última:
La Aminoguana. El Fisgón

La quimera deforme y mal construida.
La bestia que no es trasgo ni es iguana.
La jugarreta sádica y malsana
que los genes le gastan a la vida.

La mosca sin pecado concebida.
El filete mignon de carne humana.
La prótesis para una anca de rana.
La gestación perpleja y confundida.

El dios que se metió talidomida
y ¡mira nada más esa gusana
de la testa de Júpiter nacida!

El producto de un Eros con desgana,
una matriz traviesa y aburrida,
¿y qué sale al final? –la Aminoguana.

Usos y abusos de la cirugía


Antes y después de meterse cuchillo

Todo rostro hermoso tiene dos grandes enemigos: el tiempo y el bisturí. Casi siempre, el segundo es mucho más temible.

Anuncio clasificado

(lo paso de los comentarios al post, para quienes no lo vieron)
Remedios la Bella convoca a donar víveres para la Asamblea Informativa del próximo domingo 30 de julio.
* Serán destinados a las personas que vienen de del interior de la República.
* Se requiere de comida no perecedera, tortas, atún, pan, agua, jugos, galletas.
* Más informes, con ella.

25.7.06

La idea es matar



Cuando una organización armada del bando árabe o islámico -afgana, iraquí, palestina, libanesa- coloca cierta cantidad de explosivo cerca de civiles o militares -israelíes, estadunidenses, ingleses- y la hace estallar, la prensa mundial utiliza el término "atentado". Pero esa palabra no aparece en los encabezados ni en las bocas impolutas de los hablantines televisivos cuando las fuerzas armadas de Israel, Estados Unidos o Gran Bretaña realizan una acción similar mediante artefactos aéreos, terrestres o marítimos (aviones, misiles, artillería, barcos de guerra) y descuartizan, con una eficacia casi siempre mayor que la de sus contendientes, decenas de cuerpos humanos. Quiere decir que "atentado" se refiere a los medios empleados, no a la esencia del acto; que la destrucción de gente y bienes es legítima si la llevan a cabo cazabombarderos, tanques o cohetes de largo alcance, y criminal cuando la efectúan peatones miserables. Por lo visto, Corea del Norte va en camino de regularizar su situación.

Ataque israelí a una ambulancia en el sur de Líbano. Julio de 2006


En estas dos semanas ningún medio impreso o electrónico ha atribuido al terrorismo de Estado israelí los centenares de muertos y el éxodo de 800 mil personas en Líbano -más de uno de cada cinco libaneses se ha visto desplazado- ni ha mostrado interés por la manera en que el régimen de Tel Aviv ensambla sus bombas, bajo la bendición de la legalidad internacional. Casi todas las noticias enfatizan, en cambio, la decena de muertos y heridos causada por misiles de corto alcance y precisión deplorable que los combatientes de Hezbollah avientan, como pueden, sobre Galilea; otro tanto ocurre con los proyectiles de los palestinos de Gaza, los Qassam, que de vez en cuando hieren a alguien. (Más)

24.7.06

Me cagotean

A raíz de lo escrito en la reciente entrega "Basílicas, mezquitas, fuertes", el lectotr Jesús Yusuf Isa Cuevas me envió una larga misiva de protesta. Me parece relevante y la posteo, y pronto la respondo.


Estimado Pedro:

Semana a semana sigo tu columna “Navegaciones” con sumo interés. Al igual que tú, considero que la Internet, al poner a nuestra disposición grandes cantidades de información, puede servir para el acercamiento entre muy diversos lugares, culturas y religiones, alejados geográficamente, pero ahora acercados de manera casi instantánea, lo cual es un potencial factor de intercomprensión, aún cuando eso a menudo no ocurra.

Por considerarte un periodista culto y abierto, me extrañan muchísimo los términos injuriosos con los que tratas a los musulmanes. Como tú mismo refieres en tu artículo del 23 de julio, “La destrucción de iglesias del enemigo es algo peor, porque ofende a los creyentes en su Dios y, de manera mucho más directa, en su vida comunitaria, en sus sueños y en su manera de vivir la vida, el amor, el perdón y la muerte”. Pero, como musulmán observante, encuentro que el que tú digas que “…los musulmanes llegaron a Constantinopla, destruyeron los murales, tiraron el decorado cristiano a la basura y grafitearon los muros con su consigna austera: "¡Viva Alá, cabrones!"” es altamente injurioso para los practicantes de una de las grandes religiones del mundo.

Como ser humano y como musulmán, lamento mucho los hechos de intolerancia que han ocurrido a lo largo de la historia entre las diferentes religiones. Efectivamente, la Iglesia de Aya Sofía en Estambul fue convertida enmezquita, del mismo modo como innumerables mezquitas –y, cada uno en su momento, templos prehispánicos, santuarios hinduistas y budistas y muchos otros recintos sagrados diferentes a los cristianos- fueron convertidas en iglesias cristianas. En este proceso, el grupo conquistador deshecha los elementos del grupo conquistado, como ocurrió con la Mezquita de Córdoba o la Gran Mezquita de Sevilla, convertidas en iglesias católicas luego de la reconquista de España. Pero decir que los musulmanes “grafitearon” Aya Sofía con “Viva Alá, cabrones”, no solo descontextualiza un hecho histórico, sino que lo equipara con un acto vandálico de nuestra era. Y que compares las inscripciones coránicas –tomadas de nuestro Libro Sagrado- con una expresión soez, en lo personal, me hiere profundamente y hiere a otros
musulmanes.

No, no te preocupes: no pido para ti la hoguera ni pido que se expidan fatwas (resoluciones jurídicas islámicas) en tu contra. Creo más en el diálogo para la solución de los conflictos que en los edictos oscurantistas. En su momento, lamenté mucho la fatwa lanzada contra Salman Rushdie, del mismo modo como lamenté la muerte del cineasta Theo Van Gogh. Pero comprendí –sin justificar-, que se habían herido las creencias de un amplio sector de la población mundial, por lo que no era difícil que algún musulmán herido que llevara su devoción de una manera especialmente meticulosa, quisiera tomar el caso en sus manos y tratara de hacer lo que, de acuerdo a sus creencias, equivocadas o no, era lo correcto para corregir un acto que agraviaba sus valores, como muy lamentablemente ocurrió.

Si, se que al Islam se le reprochan muchas cosas, que tiene todavía muchos lastres medievales. Conozco y lamento el trato que se da a las mujeres en algunos países islámicos; conozco muchas muestras de intolerancia que se dan en países como Arabia Saudita y, desde luego, conozco el fanatismo delirante de algunos grupos –muy célebres actualmente- que han convertido el Islam en una arma política. Como ya lo mencionaba, las religiones las hacen humanos y, como tales, las hacen imperfectas. Pero no puedes culpar a todo un grupo por las atrocidades de unos cuantos. Del mismo modo como en el cristianismo existe un Marcial Maciel junto a una Madre Teresa, un Ku Kux Klan junto con órdenes monacales comprometidas con la ayuda a los más necesitados, en el Islam también hay corrientes muy diversas: sí, existen los llamados “fundamentalistas” wahabitas saudiárabes, pero también hay musulmanes progresistas y místicos islámicos –sufis- que se parecen muy poco a los talibanes afganos. En el seno del Islam han habido muchas voces críticas que se han alzado en contra del fanatismo y la imposición. Así como hubo un Girolamo Savonarola, ejecutado por sus ideas en 1498, también existió un Mansur Al-Halaj que corrió con la misma suerte, en el año de 922.

Si revisamos la historia, vemos que, la intolerancia brutal tanto de wahabitas como de talibanes son una excepción y no una regla. Pongo un ejemplo para ilustrar esto: ¿En que lugar convivieron durante siglos los musulmanes con los judíos y los cristianos? En la España mora. Cuando la reina Isabel decreta la expulsión de los judíos –junto moros y gitanos- de la España reconquistada, en el siglo XV, ¿a dónde van, dónde buscan refugio? ¿En Europa? No, buscan refugio en países musulmanes como el Imperio Otomano de entonces o los países del norte de África. Es en estos lugares donde existía una legislación que contemplaba la coexistencia con otros grupos religiosos como judíos y cristianos, si no en una situación de igualdad, si al menos en condiciones de protección y respeto a sus creencias. Por eso, durante siglos, en los dominios del Imperio Otomano convivieron comunidades de cristianos armenios y judíos sefaradís junto a la mayoría de musulmanes.

Cuando el gigantismo que padecía el Imperio Otomano, junto con las crecientes presiones "modernizadoras" laicas y acionalistas del Partido de los Jóvenes Turcos –el partido de Mustafá Kemal “Ataturk” (“Padre de los Turcos”), lo llevan a su lenta pero inexorable disolución, los peligrosos embates de la intolerancia nacionalista aparecen con virulencia y se cobran esos siglos de convivencia pacífica con los cristianos armenios, dando lugar al primer genocidio del siglo XX, que fue la inspiración para que Adolfo Hitler ideara la “Solución Final”.

Cuando el Islam apareció en el siglo VII de nuestra era, se trató de un movimiento religioso emancipador, donde las mujeres, los esclavos y los desvalidos vieron el reconocimiento de derechos inexistentes para ellos hasta entonces. Su rápida expansión no se explica en términos militares: la población simplemente se convertía. Aunque seguramente existieron episodios de imposición, esa no fue la norma, puesto que el Corán prohíbe expresamente las conversiones forzadas: “No cabe la coacción en la religión” (Corán 2, 256).

Yo, al igual que 800 millones de habitantes de este planeta, hemos elegido este camino para nuestro desarrollo espiritual, a pesar de sus muchas deficiencias que creemos son menores a sus ventajas. Por eso, molesta que digas que la Mezquita Azul “es una baratija, una insolencia más propia de narcotraficantes que de constructores de naciones”. Conozco esa mezquita y me parece magnífica. Que a ti no te guste no justifica que digas que “el edificio proyecta una ligereza y una frescura que se imponen al penetrante olor a patas, consolidado a lo largo de centenares de generaciones de peregrinos”. Lo debo decir: la alusión a “olor a patas” lleva implícito un comentario racista, muy semejante a un anuncio de desodorante que había en la estación del Metro La Raza y que decía “…para que el Metro no huela a Indios Verdes”. Afortunadamente el anuncio fue reemplazado por un mensaje que pedía disculpas al público en general y a los integrantes de las etnias indígenas. Este anuncio lo creo posible en una agencia publicitaria, no muy sensible a esas cuestiones. Pero que la alusión al olor “a patas” venga de un periodista como tú, me causa gran extrañeza. ¿Acaso ignoras que los musulmanes deben lavarse manos, brazos, cara, cabeza y pies cinco veces al día, como requisito para poder hacer la oración a la que están obligados? ¿Y que esa fue una causa para que, durante la Edad Media, mientras los europeos padecían las epidemias de peste bubónica y el ataque de toda clase de ectoparásitos como piojos, pulgas y chinches, los árabes musulmanes pudieran disfrutar de una etapa de esplendor en lo filosófico y lo científico?

Estoy completamente seguro que tu no eres intolerante ni estas de acuerdo con el llamado “choque de civilizaciones” que proclama Huntington y que ha servido como trasfondo ideológico en la “guerra contra el terror” y que se refleja como ejemplo muy reciente en la bárbara invasión israelí a Líbano.

Estos crímenes perpetados por los ejércitos son posibles mediante la constante insistencia –a través de chistes o expresiones coloquiales- en la deshumanización del otro, del diferente: nosotros somos soldados, ellos son “terroristas”; nosotros respetamos nuestras tradiciones, ellos son “atrasados”; nosotros somos devotos, ellos son “fanáticos”; nosotros convertimos mezquitas en iglesias, ellos “grafitearon” las iglesias; en nuestros lugares sagrados se respira lo antiguo, en los suyos “huele a patas”.

Esta largísimo carta solamente es para pedirte que evites comentarios hechos con ligereza y que pueden lastimar a los ntegrantes de un gran grupo religioso que, en años recientes, ha sido visto con prejuicio y recelo. Esos comentarios en nada ayudan al acercamiento que debe existir entre los diferentes grupos étnicos, culturales y religiosos para así poder conocer nuestras coincidencias y respetar nuestras diferencias.

Los musulmanes saludamos y nos despedimos diciendo “Asalam alaykoum”, que quiere decir “la paz sea contigo”. Me despido entonces poniendo un especial énfasis en esa paz que permite decirte, muy respetuosamente, lo que a mi parecer está equivocado.

Jesús Yusuf Isa Cuevas
http://www.yusufisacuevas.com.mx/

De la fuerza de los iconos en la publicidad

El maullar de las sirenas

El Fisgón

En sus ojos hendidos va el señuelo
de otra hendidura dulce y asesina
que hace más adicción que la heroína
y es más grata de estar que el mismo Cielo.

Flor carnívora, trampa con anzuelo
de cachondez galante y femenina,
te libre Satanás de esta felina
que las uñas esconde en terciopelo.

O bien, déjate ser, cae en sus garras,
rompe de la cordura las amarras
y muérete de amor y calentura;

acepta dignamente la tortura
y sin drama ni lágrimas, acata
tu condición de carne para gata.

23.7.06

Basílicas, mezquitas, fuertes


La original y la copia

  • Las ciudades duran más que los países
  • El turno de los lectores

"Santa Sofía es un sitio grande, acaso el más grande de los espacios cupulares creado, hasta ahora, por los humanos. Decorado con murales de mosaico y lleno de velas, velos, pendones, humos de incienso y música, hubo de ser espectacular. Pero los musulmanes llegaron a Constantinopla, destruyeron los murales, tiraron el decorado cristiano a la basura y grafitearon los muros con su consigna austera: "¡Viva Alá, cabrones!" Hoy sigue siendo una edificación grande pero es un espacio vacío. No alcanzan a poblarlo, ni de lejos, el ronroneo de los turistas ni el discreto vaivén moderado de unos fieles islámicos que, después de tantos siglos, parecen avergonzados e incómodos por la usurpación. Santa Sofía es un recordatorio monumental y silencioso de los cristianos ausentes.


Un milenio después de la consagración de esa Megale Ekklesia, el sultán Ahmet I, tal vez celoso de la trascendencia constructiva de Justiniano, ordenó al arquitecto Mehmet Aga que edificara, en los alrededores de Topkapi, el más fastuoso templo de la Uhmah. El designio era empequeñecer las dimensiones y la majestad de la basílica próxima. En ese sentido la obra fue un fiasco, porque la cúpula de la Mezquita Azul no logró sobrepasar la proyectada, diez siglos antes, por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. En la perspectiva de esa competencia histórica, la iglesia islámica es una imitación de nuevos ricos, una baratija, una insolencia más propia de narcotraficantes que de constructores de naciones.

Ciertamente, la mezquita brilla por su esmero, por su preciosismo, por sus 21 mil 43 azulejos fabricados, uno a uno, en los talleres del palacio real. La luz interior es poderosa y diáfana, y el edificio proyecta una ligereza y una frescura que se imponen al penetrante olor a patas, consolidado a lo largo de centenares de generaciones de peregrinos y asentado en las alfombras hermosísimas y raídas, y hasta en las partes perdurables de la construcción.
Ahmet I perdió la partida porque quiso rivalizar con Justiniano, sin saber que éste, mil años antes -cuán vasto es el poder de la ausencia-, competía con Dios." (Más)

21.7.06

El pez-duda

El sirénido. El Fisgón

Rey de la ambigüedad te han nominado;
tú, que entre incertidumbres vas viviendo,
hete aquí, retratado y pareciendo
cosa amorfa con cola de pescado.

Si dices algo, es siempre matizado;
el claroscuro te parece horrendo
y tienes como ley, según entiendo,
que la definición es un pecado.

En el extremo centro te ubicaste.
Haces de lo confuso arma temible.
Maldices y abominas el contraste.

Jabonoso, volátil, inasible,
bien dicen que la leche que mamaste
era una media tinta indefinible.

20.7.06

En memoria del Rambler

  • Líbano, 1982, México, 1988, Indonesia, 2004
  • El tiempo circular: Paz, Borges, matemáticos y rabinos


19.7.06

Falomaquia

El pájaro de fuego. El Fisgón

En su tenor de apéndice tirano,
este pájaro loco no se mide:
al que marcha detrás de sí preside
y se le erige en jefe y soberano.

Poseído a su vez por un malsano
furor, siempre se excede si decide:
harto de la vagina, luego pide
culo, nariz, oreja, boca y mano.

Así culmina el macho consecuente:
tanto amando a su bicho de adelante
que le ofrece el atrás de un semejante.

O suele sucederle, por caliente,
que una infección lo deje inapetente
y a su pájaro, flácido y babeante.


Dumbo en Cuida-kilos

El hombre elefante. El Fisgón

Este animal que tienes por delante,
que en carne y celulitis se agiganta,
no atina a comprender de dónde tanta
masa sacó, maciza y redundante.

Se discute si un bicho semejante
proviene de una unión en nada santa:
¿Producto de varón con elefanta
o cruza de mujer con elefante?

¿Hipopótama amante de un sargento?
¿Teutona amancebada con bisonte?
¿Romance de esquimala y mastodonte?

Se le teme el final, no el nacimiento,
pues cuando llegue su postrer momento,
con él se hunde la barca de Caronte.

18.7.06

Aminoguanas



Noviembre de 1990: Salinas pone todo su entusiasmo en hacer mierda al país y no hay para dónde hacerse. Bueno, hay que encontrarle espacios a la risa o, por lo menos, a la sonrisa. El Fisgón y el firmante planifican sus regalos de navidad y deciden, para la ocasión, inventar una pequeña zoología humana en cinco especímenes. Pero ahora la cosa será a la inversa y en vez de ilustraciones para textos, se construirán textos con base en las imágenes. El resultado es un sobre foliado (85 ejemplares firmados y numerados, todo un best-seller) que contiene cinco obras gráficas con sus correspondientes sonetos. La portadilla y el pie de imprenta que aquí aparecen fueron elaborados con Paintbrush en una PC XT cuyo cpu jalaba a 8 mhz y tenía 640 kb de memoria. La composición "El hombre elefante" dio origen al poema "Dumbo en Cuida-kilos". El motivo "El pájaro de fuego" se sonetizó con el título "Falomaquia". Una figura femenina-felina se convirtió en "El maullar de las sirenas"; "El sirénido" fue interpretado como "El pez-duda", y "La Aminoguana" dio pie a un soneto titulado "Úteros a la hora del recreo". Los empiezo a subir uno a uno, con casi 16 años de retraso. A continuación (es decir, allá arriba) va el primero.

Stop doing this shit



“Lo que tienen que hacer es lograr que Siria logre que Hezbollah deje de hacer esta mierda, y se acabó” (what they need to do is get Syria to get Hezbollah to stop doing this shit and it's over), le dijo George W. Bush a Tony Blair en un encuentro del G8 en San Petersburgo. El “ellos” (they) alude a Condoleezza Rice y a Kofi Annan, dos encumbrados de raza negra a quienes Bush considera sus sirvientes, y “la mierda” es el lanzamiento de cohetes por parte de la milicia chiíta sobre localidades del norte de Israel, o tal vez al ataque con un misil que dio en el blanco de un buque de guerra israelí que bombardeaba las costas de Líbano, o acaso a la captura y muerte de soldados de Tel Aviv que se encontraban en territorio del país vecino. Como puede apreciarse en el fragmento de video difundido por la CNN , Bush estaba sentado y masticaba un pedazo de pan con mantequilla mientras hablaba, y tenía a su lado a un primer ministro inglés parado en una pose tan servil que más bien parecía el mesero.
De seguro el premier británico comprendió perfectamente la expresión o la instrucción de su jefe, aunque éste hablara con la boca llena, tal y como la captaron los micrófonos ubicados en la mesa. Ciertamente, Bush no está preocupado por la ofensiva israelí contra blancos civiles en Gaza y en Líbano, ni por las atrocidades de guerra que cometen sus tropas en Irak y Afganistán, ni por combatir el efecto invernadero que provocan las emisiones estadunidenses de bióxido de carbono, ni por ninguna otra de las catástrofes que su gobierno causa en el mundo. A su juicio, la “mierda” no está en los cuarenta mil civiles muertos en tierras iraquíes desde el comienzo de la invasión, ni en las familias descuartizadas por los misiles de precisión de la US Air Force, ni en una masacre de palestinos que ya empieza a parecerse a una “solución final”, ni en las torturas y los asesinatos cometidos en Abu Ghraib, en Guantánamo y en decenas de prisiones sin nombre que Washington mantiene en varios países del mundo. Todo eso forma parte de lo normal, de lo decente, de un universo tan limpio y tan correcto como el pedazo de pan untado con mantequilla que Bush masticaba mientras giraba órdenes a su primer ministro inglés.
Frente a este ranchero texano del siglo XXI, un dueño de plantación algodonera del XIX parecería todo un humanista refinado. Pero eso es lo de menos. Lo verdaderamente alarmante es que el presidente de Estados Unidos realmente cree que el mundo es un rancho de Crawford y que basta con pronunciar un par de expresiones soeces para apagar un incendio geopolítico en el otro lado del mundo. Creía que era fácil acabar con los talibanes y Afganistán es un pantano. Pensaba que liquidar a Saddam era un día de campo, y desató una guerra de pesadilla. Ahora supone que es una simpleza detener a la milicia chiíta. Basta con unos movimientos adicionales del belfo lleno de pan con mantequilla y ordenar al mesero de Estado situado a su izquierda “detengan esa mierda”. Lo más ominoso no es la vulgaridad de Bush, sino el tamaño colosal de su ignorancia.

16.7.06

Es el cohetero




Apareció sin exaltación ni timidez de entre el gentío, con un bastón de hierro en una mano y un manojo de cohetes de vara en la otra y se abrió paso hasta el pedazo de verde que está al poniente de Catedral. “Voy a pasar a la jardinera para tirar unos cohetes”, explicó, y la gente se hizo para donde pudo para dejar pasar su anatomía gorda, chaparra, prieta, barbada, greñuda, canosa, vieja y bamboleante. Cuando empezó a caminar entre las plantas quienes estaban a su alrededor lo increparon: “¡Respeto, compañero!”, decían los cuarentones; “está arruinando las plantas, señor”, le rogaban las mujeres maduras vestidas de amarillo. Otros se espantaban a la vista de los objetos pirotécnicos y se desesperaban porque no había para dónde hacerse. Pero el hombre calmó a todos con un gesto de la mano y sorteó los arbustos con la misma parsimonia con la que había llegado hasta ese punto.

El sol calaba y El Peje no llegaba (apunte para una consigna posible), persistía la inundación humana del Zócalo, y el viejo decidió probar una de sus saetas arrimándole a la mecha la brasa de un cigarrillo encendido. El cohetón de vara salió disparado con la velocidad y la rectitud de un misil antiaéreo y el artificiero, satisfecho, decidió esperar al inicio de los discursos.

De espaldas al templete, parecía más atento a sus bártulos que al mitin. A leguas se veía, por su forma inexperta de sacudir la ceniza de los cigarrillos, que este hombre no fuma. Pero siempre tuvo a alguien dispuesto a pasarle un tabaco encendido. Parecía distraído, parecía que en cualquier momento iba a darle un soponcio de sol y que caería sobre las plantas de la jardinera. Pero cuando Monsi lanzó por primera vez la consigna “voto por voto, casilla por casilla”, y aunque el sonido estaba para llorar en esa zona de la plaza, el viejo lanzó su segunda flecha. Ya en plena alocución de Andrés Manuel, cada vez que éste hacía una pausa para permitir las consignas, las trompetas y las mentadas de madre –según fuera el caso–, el hombre de los cohetones contrapunteaba a la muchedumbre con un disparo seco. No perdió el ritmo ni la concentración y realizó un trabajo perfecto.

Sabrá Dios de dónde vino. Quién sabe si alguna vez leyó Los Sentimientos de la Nación o si está al tanto de los movimientos de resistencia que recorren desde abajo la historia de México. Tal vez en su juventud animó concentraciones pueblerinas del PRI con sus cohetones de vara. Quién sabe si era apolítico hasta hace unos días, o unos meses, o unos años, o si ha sido militante de toda la vida. Él parecía indiferente al millón de personas que se conmovían a sus alrededor y se limitaba a poner signos de puntuación precisos y certeros en el diálogo entre el dirigente y la masa que se mareaba a sí misma al imaginar sus dimensiones.

Conforme avanzaba su trabajo, los que estaban cerca de él lo perdonaron, olvidaron la profanación del pequeño espacio verde y hasta le aplaudieron uno que otro disparo. Fue un signo –uno entre miles– de la tolerancia, la diversidad y la pluralidad de esta concentración, inverosímil hasta en sus objetos: celular, cámara de video, altavoz, palm, mojiganga, pancarta personal como género de expresión, paraguas, instrumento musical, cohete de vara. Cuando el Himno Nacional terminó de ser cantado, el viejo cohetero se retiró como había llegado: solo y su alma. Había lanzado al cielo todas sus flechas sonoras y ni una estuvo fuera de lugar. Tal vez en la próxima concentración se deje escuchar nuevamente su tambor monocorde.

¿Quién es éste?


Al ratito les platico.

Miscelánea poselectoral

  • "Pa' que se rían", desde la Comisión Federal de Electricidad
  • Sostiene Plaqueta: Ugalde en chanclas

13.7.06

Efectos del post anterior

Halliburton explicado

LLegó este mensaje al buzón de Navegaciones; omito el nombre:


"Estimado Pedro Miguel:

Visité de nuevo tu blog, y después de un rato, hasta que paré de reir me
decido a escribirte unas líneas. Me da mucho gusto haber provocado
involuntariamente tu post, aunque hay otros 2 visitantes deEU, me parece muy
normal que te haya llamado la atención el nombre de la compañía. Confieso ser
lector compulsivo, tanto que alguien, de cuyo nombre no quiero acordarme (pero
me acuerdo de todas maneras) dijo que si el papel higiénico estuviera impreso yo
lo desenrrollaría totalmente para leerlo antes de usarlo. He leído artículos
tuyos, naturalmente en La Jornada (en línea, porque la edición impresa
esescasa y muy cara aquí en el norte) y en alguna revista de computación allá
por los 90's cuyo nombre no recuerdo. Lo que puedo decirte es que me dió gusto
encontrarte de nuevo en La Jornada, periódico que también acostumbro
casi desde su fundación. Por azares del destino, trabajo en una filial de
Halliburton (a explicación no pedida . . . ) y a veces busco algo que leer para
distraerme (ne le digas a nadie porque me corren, ja!) y para leer algo en buen
español. Nuestro nodo de internet está en [... ] y así es como quedó registrada
la visita que hice a tu blog. No te preocupes, el mundo sigue como siempre y a
los gringos les viene guango lo que pasa al sur de la frontera. Al cabo que no
entienden el español. Dicho esto, te mando un afectuoso saludo."

Del parkour y sus alrededores

  • Nace una nueva disciplina
  • Algo sobre el lingala

Arte, deporte, actitud ante la vida o simple idiotez autodestructiva: escoja cada quien un casillero (puede ser uno de ésos, o cualquier otro) para meter al parkour, esa gana de brincar de muro a techo, de azotea a balcón, de edificio a explanada, de banca a basurero, de marquesina a techo de dos aguas, esa fiebre saltarina que recorre centros metropolitanos, inquieta a policías y seguramente ha sido responsable de algún joven hecho tortilla contra el pavimento, de varias películas de tema urbano y de innumerables taquicardias maternas y paternas: la juventud, más o menos desde siempre, ha hecho lo que le ha dado la gana, con y sin permiso. "Es como patinaje en tabla sin tabla", describe el blog Maison Bisson; "consiste en encontrar nuevos y a veces peligrosos caminos a través del paisaje urbano: escalar muros, correr por tejados, saltar de edificio a edificio."

No hay para qué emitir juicios. Un traceur, o practicante de esta nueva actividad, llamada también free walking (algo así como "caminata libre") o street climbing ("trepado de calles", podría ser), podría sostener, no sin fundamento, que el periodismo, la contabilidad o el bel canto son tanto o más generadores de desorden público que el parkour, y no menos lesivos para la salud de sus respectivos adeptos. Es bueno, en cambio, escuchar a los protagonistas. David Belle, generalmente reconocido como inventor del parkour, dice: "Este arte es una nueva manera de aprehender nuestro entorno sin más instrumentos que el cuerpo humano. Para ser capaz de enfrentar todos los obstáculos que se presentan, sea en el ambiente natural o en estructuras diversas, hay que poner todos los recursos en la búsqueda de un movimiento que combine estética y control. Es, por otra parte, el autoconocimiento, el desafío a nuestros propios miedos, porque los obstáculos no siempre son las cosas que imaginamos... El entrenamiento es físico, pero también refleja una moral con sus propios valores. Más que un deporte, es un arte, una filosofía cotidiana".

El parkour ha desarrollado movimientos sofisticados y complejos a partir de sus llamadas técnicas de base, que son las siguientes: el salto de precisión (se realiza, con o sin impulso, sobre un muro pequeño o sobre una barra) es la esencia de lo que sigue y expresa la maestría del practicante; el salto de gato, que requiere de impulso, consiste en pasar las piernas entre los brazos extendidos y con las manos apoyadas sobre la superficie a librar; el salto de brazo, en el que el practicante se coloca sobre un obstáculo utilizando únicamente la fuerza de las extremidades superiores; el tic-tac, movimiento que demanda continuidad entre varias tomas de apoyo con los pies y que permite sobrepasar un obstáculo a lo alto o a lo largo; el "pasa muralla", que es golpear con uno o con ambos pies una superficie perpendicular al suelo para ganar impulso vertical; el salto de fondo, que es básicamente un salto de longitud, y el "suelto" o "flojo" (lâché), que consiste en soltarse de un alero o saliente de muro para llegar al piso.

Hay que ir a París, tomar el Periférico, salir hacia la autopista A-6 (por Montrouge, si van de oeste a este, y por Le Kremlin-Bicêtre si viajan en el otro sentido) y viajar hacia el sur hasta cruzar la avenida Émile Aillaud. Ha de tomarse la salida a la derecha inmediatamente posterior, que desemboca en La Francilienne, dar vuelta en esta vía a la izquierda y seguir hacia el sur para tomar el Boulevard Robert Schuman. Sigan por esa avenida, den vuelta a la derecha en la tercera rotonda, en la Rue de Corbeil, conduzcan durante poco menos de un kilómetro hacia el suroeste y habrán llegado a Lisses dans L'Essonne, cuna del parkour. Allí, a fines de los años ochenta del siglo pasado, el joven David Belle, hijo de un bombero y soldado de infantería que había combatido en Indochina, y que le enseñó a su vástago el llamado método natural, disciplina usada en el ejército para superar obstáculos naturales, empezó a ensayar sus brincos, primero solo y después en compañía de Sebastien Foucan. El segundo se decantó poco después hacia la espectacularidad y el comercialismo y consiguió empleo en anuncios y videoclips. Los ortodoxos rechazan las evoluciones vistosas y el interés monetario (por más que el mismísimo Belle haya participado en un comercial de Coca-Cola), se apartan del vandalismo y la violencia y se concentran en la autosuperación por medio de la eliminación total de las barreras arquitectónicas.

Es posible que el cine haya tenido un papel importante en la gestación de la nueva actividad. En las viejas y en las nuevas cintas de Batman y del Hombre Araña, por ejemplo, son frecuentes los brincos por toda clase de superficies. En la venerable Blade Runner hay un salto impresionante de tejado a tejado. Pero el punto de viraje cinematográfico fue Yamakasi (2001), película de Ariel Zeitoun y Luc Besson en la que los pubertos de una pandilla multicultural escalan, saltan, corren, se deslizan y se balancean por todo París en un empeño ilegal, pero profundamente ético, de conseguir dinero para pagar el tratamiento médico de uno de los suyos. Yamakasi suena a japonés, pero es lingala, una mezcla de varias lenguas (bobangi, kikongo, swahili, francés...) que se habla a lo largo del río Zaire y que se ha convertido en lingua franca en la República Democrática del Congo y en Congo-Brazzaville. Quiere decir espíritu o cuerpo fuerte. Tres años más tarde, Besson rodó una cinta de aventura con el propio David Belle: Banlieue 13, en la cual un agente de policía infiltrado en las pandillas de los suburbios trata de desactivar una bomba de neutrones. También en 2004 el director Julien Seri recicló a los yamakasi en Les fils du vent ("Los hijos del viento"), en la que el parkour mezclado con artes marciales se convierte en un mazacote mercantilista más bien infame.

Los traceurs pululan ahora por las ciudades de Francia, Inglaterra, Alemania, España, Italia, Bélgica, Suiza, Austria, Polonia, Suecia, Finlandia, Eslovaquia, Canadá, Estados Unidos, Guatemala, Estonia, Croacia, Sudáfrica, Australia, Venezuela y otros países. Y de vez en cuando, dicho sea con todo respeto, se rompen la madre:

10.7.06

Uno a veces despierta convertido en tío

y se olvida del resto, y envía algunas líneas amorosas.














A Daniel Alejandro

En Salem, Massachusetts, ha nacido;
por Kimberly y por Pedro fue engendrado;
al cangrejo estelar tiene por hado
y lleva Poitevin por apellido.

Hijo, nieto y biznieto bienvenido,
Sobrino y primo, dulce y esperado,
Daniel se llama, como el desterrado,
y Alejandro, al igual que el aguerrido.

Entramado de sangres y países,
ciudadano de todos y del mundo,
felices sean tus primeros pasos.

Según dicen tu signo y tus raíces
serás sensible, terco, muy fecundo,
y una patria tendrás en muchos brazos.


9.7.06

Mester de juglaría en el Zócalo



Documentado la tarde del sábado 8 de julio en el centro de la Ciudad de México por Antonio Olvera, de El Universal.

Consigna referida por Jaime Avilés, de La Jornada, en la misma circunstancia:

Calderón: las elecciones piratas se ven mal
pero tú, como papá, te ves mucho peor.
¿Qué le estás enseñando a tus hijos?

Sueño de un comicio de verano

reloaded. Incluye convocatoria.

8.7.06

Lucy reloaded

Esto empezó siendo una serie de textos impresos convertidos en posts. Ahora convertí el post de Lucy en texto impreso, y en el proceso hubo algunas adendas y correcciones.

Paciencia. Tal vez deba la columna deba irse escribiendo aquí para luego pasar al papel. El blog es más palimpséstico (¡uf!) que la rotativa.

Qué divertido es aprender algo.

6.7.06

Por si llega la censura

el tal Félix María

--es un decir, si llega--, me apresuro a colgar en este tendedero Los Calzones de San Francisco, de ese alavés inofensivo a quien hasta Carlos Abascal y Felipe Calderón le confiarían la educación de sus hijos para que éstos conozcan la relación estrecha entre la mentira y la envidia o las ventajas de la previsión frente a las desventuras de la irresponsabilidad. El poema es mediocre y muy divulgado (por ejemplo, aquí, y acá, y acullá) pero tal vez resulte desconocido para alguien que se pare por este blog y pueda fabricar la moraleja de que los samaniegos no son como los pintan. Y no más bla, bla, bla, y aquí va.

A media noche muchos gritos daba
una casada, y confesión pedía
diciendo se moría
de un cólico cruel que la mataba.
Llamose a un reverendo franciscano
que era su confesor, y de antemano
estaba prevenido
para coquifear a su marido
y lograr sin peligro sus placeres.
¡Qué no discurren frailes y mujeres!

Luego que con la moza se halló a solas,
se quitó el reverendo los calzones,
y libre de prisiones,
la hizo sin respirar tres carambolas.
Así que la purgó de sus pecados,
dejando sus calzones olvidados
se marchó a su convento,
donde le aguó esta falta su contento.
Contó el lance al portero claramente
y le dejó instruido
de una industria prudente
que estorbase las quejas del marido.

Entró luego en el cuarto de su esposa
aquel buen hombre, y la primera cosa
que halló en el suelo fueron los calzones
del fraile, con muy puercos lamparones.
Tomolos, conoció la picardía,
y rabioso se fue a la portería,
donde el bribón portero y el paciente
tuvieron el diálogo siguiente:

-Hermano, dígame, ¿ qué solicita?
-Que hablar se me permita
al padre guardián. -Ahora no puede.
-¿Por qué? -Pues, ¿ no sabéis lo que sucede
a la comunidad? -Todo lo ignoro.
-¡Ay, hermano!, han perdido su tesoro.
-¿Cuál era? -Una reliquia peregrina
por la que hay en el coro disciplina.
-¿Cómo ha sido? -Esta noche la han llevado
para una enferma y la han extraviado
no sé de qué manera.
-¿Y qué reliquia era
la que causa tan grandes aflicciones?
-Eran de San Francisco los calzones.

-No es el remiendo de la misma tela,
muy bien pegado está, pero no cuela:
yo traigo aquí guardados
unos calzones puercos y sudados
de un fraile picarón, que con vileza
me ha compuesto esta noche la cabeza.
Mírelos bien atento
dibujados con manchas de excremento.
¿Le parece que un santo así tendría
los calzones con tanta porquería?
-Esos son, el portero dice ufano,
quitándoselos luego. Cese, hermano,
¿cómo en su mente cabe
tan injuriosa idea?
¿Pues acaso no sabe

que murió San Francisco de diarrea?

2.7.06

Reporte de las 22:30


Esto ya se complicó.

Sueño de un comicio de verano

Queridos connavegantes: Navegaciones no aparece hoy en La Jornada porque me autocensuré. Había escrito lo que sigue sin más propósito que la diversión propia y ajena, pero en la tarde del sábado consideré que un relato sobre conflictos electorales, publicado en la página 4 del diario, podía ser tomado como un augurio indeseable para este día, y acordé con la Redacción del periódico que no apareciera la columna. El blog es otra cosa. Aquí el texto es lo que es –una fábula—, carece de cualquier otra implicación ante la opinión pública y nadie tomará el texto como un mensaje de desaliento al voto ciudadano. Sigo aprendiendo cómo interactúan una columna periodística y un blog. Lamento, por último, haber arrastrado a la subsección de Plaqueta en mi error de apreciación. Y aquí va:

  • Lectura para entretenerse en la fila de la casilla
  • Sostiene Plaqueta: crema hidratante para presidente


Quienes acuñaron la expresión “urna embarazada” y quien tuvo la ocurrencia original de llamar “alquimistas” a los manipuladores de votos nunca se imaginaron la terrible realidad que podía encerrarse en esas palabras aparentemente metafóricas. Pudieron comprobarlo, si es que aún estaban vivos, el 2 de julio de 2006, una jornada electoral que se auguraba inédita y ejemplar. La concurrencia a los centros de votación arrancó copiosa y fuerte desde antes de que abrieran, las colas se alargaron por dos y tres cuadras, los sufragios fueron emitidos en orden y sin novedad, y a las once de la mañana pudo constatarse un primer milagro: un tercio del padrón electoral ya había cumplido con su responsabilidad ciudadana.

Poco después del mediodía se registraron los primeros indicios alarmantes. Las paredes transparentes de las urnas se empañaron y por sus esquinas empezaron a salir gotas de un líquido tibio. El primero en darse cuenta, un presidente de casilla del rumbo de Nochistlán, pensó que algún estúpido había introducido en la caja algo diferente a una boleta electoral y se enfrascó en una discusión estéril con los representantes de los partidos allí presentes. Les dijo que era necesario abrir la urna para extraer de ella el cuerpo extraño que causaba la turbiedad y la humedad antes de que las papeletas ya depositadas se arruinaran en forma irremediable. Pero los representantes de los institutos políticos se vieron con sospecha unos a otros y rechazaron la idea, en tanto se les ocurría una mejor.

A la una de la tarde el país entero estaba en pánico. El interior de las urnas estaba opacado por un vaho espeso, en sus costados sólo podía verse un borde acuoso e irregular, en tanto que de las junturas destilaban hilos de algo como saliva. Una señora de Iztapalapa, cuando se disponía a introducir su boleta por la ranura, vio aquello y vomitó. En todos los centros de votación ocurrieron conatos de violencia porque los sufragantes se negaban a depositar sus papeletas en esas cajas tan extrañas y las filas se hicieron interminables. Los que estaban formados al final recibían toda clase de rumores alarmantes que pasaban de boca en boca de adelante para atrás. Los funcionarios del IFE se tronaban los dedos en la sesión permanente y en las casas de campaña de los aspirantes presidenciales el estupor era total porque se había previsto todas las situaciones críticas, menos la que se estaba viviendo.

Poco antes de las dos las urnas instaladas en todo el país empezaron a moverse. Casi imperceptiblemente, primero, y luego en una suerte de latidos que se volvían contorsiones. Al ver el prodigio, un votante de Ixmiquilpan dejó de lado toda corrección cívica y se fue derechito al recipiente:

--A mí se me hace que nos están viendo la cara –dijo, y ante el azoro del comité de casilla, con un movimiento enérgico y rápido de las manos, desbarató la urna.

Lo que vieron los ahí presentes era para quitar el habla. De inmediato se desparramaron sobre la mesa tres centenares de seres diminutos y vociferantes. Algunos de los ciudadanos, la mayoría, salieron corriendo del recinto, pero unos cuantos audaces se acercaron para contemplar de cerca a los aparecidos y comprobaron que se trataba de seres humanos en miniatura, de un centímetro de alto a lo sumo, que pataleaban, agitaban los puños al aire, gritaban cosas ininteligibles por lo agudo de sus voces y pugnaban por salirse del montón en que se encontraban.

--¡Mira! –dijo de pronto un observador avezado, dirigiéndose a todos y a nadie, y señalando a uno de los hombrecillos--. Ese es igualito a López Obrador.

Una muchacha que se había quedado descubrió que otro de los seres exhibía un sorprendente parecido físico con Roberto Madrazo. Y alguien más descubrió que uno de los enanitos usaba lentes y parecía una réplica a escala de Felipe Calderón.

En pocos instantes la concurrencia identificó con claridad cinco tipos de criaturas: los pejecitos, los calderoncitos, los madracitos, las patricitas y los campitas.

Lo mismo estaba sucediendo en toda la República. Las urnas parían centenares de réplicas vivientes de los candidatos presidenciales, y hacia las cuatro de la tarde –varias horas antes de la difusión de las encuestas de salida— el territorio nacional estaba inundado por millones de candidatitos que se desgañitaban ofreciendo con voces chillonas bienestar para todos, seguridad pública, certidumbre económica, mano firme, respeto a la diversidad, más de lo mismo, algo de lo nuevo y muchas más cosas. Los biólogos de la UNAM estaban eufóricos, pero los funcionarios del IFE vivían momentos amargos.



Muy pronto se hizo evidente que de alguna manera misteriosa cada voto para presidente había generado en el vientre de las urnas a un pequeño clon del candidato favorecido; que el recuento habría de hacerse no con papeletas sino con criaturas ínfimas que no podían estarse quietas ni calladas, y que el país enfrentaba un problema mayúsculo: qué hacer con todos esos bichos una vez contados, y eso suponiendo que fuera posible agruparlos en cinco grandes montones y ponerlos en orden de algún modo.

Cuando empezó a caer la noche alguien esbozó una hipótesis: un alquimista desconocido había dado por fin con un método eficaz para crear homúnculos, empleando para ello urnas embarazadas. La conjetura pareció confirmarse cuando llegaron de los laboratorios los primeros resultados del análisis practicado a muestras de la baba que los recipientes habían secretado al mediodía: aquello era, ni más ni menos, líquido amniótico. La idea logró la simpatía inmediata de los madracitos y los calderoncitos, pero fue repudiada por las patricitas, las cuales rechazaron de inmediato el calificativo de homúnculas porque, argumentaban con vocecitas indignadas, ello era una grave ofensa a su identidad de género. Los pejecitos, por su parte, trataban de mediar en el conflicto y pedían amor y paz.


Así como las autoridades electorales no sabían qué hacer ante la situación, este escribidor no tiene la menor idea de cómo terminar este disparate. Ya les avisará si se le ocurre un final plausible, les desea un feliz y fructífero sufragio y los deja, por lo pronto, en manos de Tamara de Anda. Sostiene Plaqueta:

Nunca he sido muy telenovelera, pero sí recuerdo que en mi infancia me aventé un par de culebrones. En esas sesiones televisivas, con la asesoría de mi ilustrada madre, obtuve conocimientos cruciales para la vida: que toda la ropa que usan las actrices es de pésimo gusto y está pasada moda, que las pestañas postizas son una malísima idea, y que la cirugía plástica puede traer consecuencias desastrosas. También empecé a sopesar la posibilidad de convertirme en guionista de esas historias sin patas ni cabeza, pues parecía la actividad más fácil del universo, y además, cotorrísima.

Pero aún más significativo fue descubrir la descarada colocación de productos a medio capítulo, como si hablar de sus cualidades fuera la cosa más natural del mundo. Los personajes, de pronto, interrumpían su azotadísimo diálogo sobre la pasión y los celos para hacer afirmaciones como: “¡No te necesito, César Alberto! ¡La nueva Nivea hidratante con baba de perico me da todas las caricias que necesito!”. Decidí que en mi futuro como guionista intentaría disimular un poquito esa publicidad tan chafa.

Lo que nunca imaginé fue que la misma táctica la llegara a utilizar un candidato presidencial. Pero ocurrió. El miércoles, justo antes de que se terminara el chance de proselitear, uno de los personajes de La fea más bella recomendó votar por Calderón, “el candidato del empleo”. Luego, según pude leer (pues no tuve el gusto de verlo), echaba un choro de por qué ese güey es la pura onda y oh qué chido el PAN.

Y no es que los protagonistas del pinchurriento reciclaje de Yo soy Betty, la fea (infinitamente más decente) sean incuestionables líderes de opinión. Pero, eso sí, la mugre telenovela tuvo más rating que el segundo debate (27.4 contra 23.2 puntos, más o menos). Sopas.

Confiaré en el criterio del público televidente para no votar por alguien que utiliza los mismos métodos propagandísticos que la crema hidratante y el chocolate en polvo.